Prensa MPP- Despacho (Ingrid Carvajal Arroyo/ 27.06.2022).- El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, realizó la entrega del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2022, en su edición número 80, en el Salón Ayacucho, del Palacio de Miraflores, en Caracas, este lunes, en el contexto de la celebración del Día Nacional del Periodista.

El poeta y ex constituyente, Gustavo Pereira, inició el acto protocolar al dedicar unas palabras, en homenaje póstumo al periodista, escritor y docente universitario Earle Herrera, a quien el jurado calificador de la Fundación Nacional de Periodismo Simón Bolívar, decidió tributar este día.

"Entre las calamidades, yo diría que más llegan al alma, en una edad que algunos con optimismo llaman "años dorados", otros bondadosamente llaman "tercera edad", otros un tanto humorísticamente llaman "vejez", y otros un tanto malquerenciados llaman "senectud"; esa calamidad que duele tan hondo, digo a esa edad, está el ver morir a los seres amados, entre ellos a los amigos", fueron las palabras con las que inició sus palabras el ensayista, oriundo de Nueva Esparta.

Destacó la amistad de vieja data que sostuvo con el cronista y diputado Earle Herrera, que describió como "entrañables amigos durante muchos años" y precisó: "Nos conocimos en una circunstancia un tanto extraña, porque muy pocos saben que Earle fue, fundamentalmente, un poeta y un narrador excepcional, realmente era un polígrafo excepcional porque cualquier género que Earle abordara lo hacía con una majestuosidad, un don de la escritura y una precisión, además con una ironía, de una delicadeza extraordinaria".

Relató cómo se conocieron a través de un Concurso de Cuentos, donde el poeta Pereira participó como jurado, junto a Juan Liscano y Jesús Sanoja Hernández, quienes por unanimidad premiaron el cuento del joven narrador Earle Herrera,

La amistad sostenida a distancia, se reanudó durante la constituyente "y llegó a extremos de la fraternidad, para mi fortuna", expresó.

"La amistad está primero que la gloria", frase mencionada por Gustavo Pereira expresada por el Libertador Simón Bolívar en una carta dirigida al Gran Mariscal Antonio José de Sucre, en el año 1827, sirvió de soporte para destacar la fase de poeta del destacado periodista venezolano, Earle Herrera.

"El periodismo que era una especie de obsesión de él, absorbió su vida, sin dudas; ni siquiera llegó a escribir una novela, la docencia universitaria absorbió su vida y quienes fueron sus alumnos saben muy bien la clase de profesor que era. No he conocido un solo alumno suyo que no haya demostrado profunda admiración hacia ese profesor que fue Earle Herrera", indicó.

Emotiva fue la lectura realizada por el crítico literario venezolano del prólogo de un libro de poesía, compilaciones escritas por Herrera, advirtiendo antes: "les va a parecer una contradicción de que un hombre que manejaba el humor con tanta gracia haya escrito alguno de los versos que voy a leer".

"Acaso por el carácter casi clandestino de los libros de poesía entre nosotros, y sin duda gracias a la popularidad alcanzada por sus notas periodísticas (...) -Earle cultivó la crónica, en ensayo periodístico, hasta los estudios históricos porque los libros de Earle de los límites venezolanos son de una gran capacidad hasta científica, pero él lo hizo más como periodista, un acto de divulgación de ese derecho como venezolanos a los territorios, por ejemplo del Esequibo- decía que nadie supondría a Earle autor de tres poemarios que en un momento constituyeron noticias, reveladoras, presencias, con el primero de ellos "Penúltima tarde", editado por Monte Ávila en 1978, y ganador del Premio de Poesía de la Municipalidad de Caracas, se anunciaba una voz transida de tensiones e interrogantes, marcadas en la incertidumbre de la soledad y en el desasosiego de un exilio interior, próximo al desamparo".

De seguidas, recitó un poema del Profesor universitario: "Yo venía como un águila enfermo/ de una ciudad sin puntos cardinales/ sin noches en sus lunas/ estatuas, pájaros ni parques/ de terribles tiempos venía/ de amargas desolaciones/ en busca de un sendero por donde echar a rodar el corazón/ para que no fuera nunca más una isla solitaria y un naufrago/ en este mar de hiel".

"Alguna vez escribí un poema, que quiero terminar con él esta lectura y este poema, ahora es en honor a nuestro querido Earle, se llama Por los Nuestros y como todos los poemas no requiere explicación, porque un poema es incapaz de revelarse así mismo, no tiene sentido que alguien lo explique", señaló al concluir:

"Por los nuestros
Por aquellos que amaron o fueron amados sin medida
Por aquellos que escribieron cartas de amor sin esperanza
Por aquellos que rehicieron con ceniza cuánto les fue arraigado o prohibido
Por quienes no renegaron de sí mismo en la desolación de sus tormentas
Por quienes se negaron a pactar con la astucia
Por aquellos que optaron por un pedazo de pan duro entre el coraje y la vergüenza
Por aquellos que en el desconcierto se precipitaron en la alucinación de la audacia y convocaron el Samán compartido
Por los que no supieron de treta despreciable
Por los que atravesaron sin herirse zarpazos y mordeduras
Por los que hechos polvo aún guardan en el pecho pobres poderes para franquear la inclemencia
Por quienes resistieron sin quejarse ni pedir nada a cambio
Por quienes aunque solo recibieron afrentas y desprecios hallaron en nosotros motivos para persistir
Por aquellos que nos dejaron la llave de los primeros paraísos y descifraron por nosotros los jeroglíficos de lo inescrutables
Por todos los que lucharon y nos enseñaron a luchar
Por quienes entregaron huesos y sueños como disculpándose
Por los que no ambicionaron más gloria que su pobre intemperie sin amparo
Por aquellos que se abismaron ante la maravilla y se reconocieron en sus llamas
digo estos versos".

Fotos: Prensa Presidencial