Prensa MPP-Despacho (Archivo Histórico de Miraflores).- El viernes 5 de julio de 1811 cerca de las 2:30 de la tarde se llevó a cabo uno de los hechos más trascendentales de nuestra historia republicana: la Declaración de la Independencia de Venezuela. Las palabras pronunciadas aquella tarde por el presidente del Congreso, el diputado Juan Antonio Rodríguez Domínguez, consumaban solemnemente el primer ejercicio de soberanía popular más importante que hayamos tenido como Nación, estas fueron: ?declarada solemnemente la Independencia Absoluta de Venezuela?. Palabras de oro y de mármol que subyacen en nuestra memoria colectiva, evocadas desde la más profunda moral republicana.

Las aclamaciones del pueblo coparticipe de aquella alegría no se hicieron esperar, el general Miranda, Francisco Espejo y otros recorrieron las calles y plazas de Caracas, así como el Palacio de Arzobispado dando vivas a la Independencia. Al final de la tarde, se llevó a cabo otra sesión en la que ?se acordó ?formar un proyecto que abrazase todas las causas y poderosos motivos que nos habían obligado a Declarar nuestra Independencia para que, sometido a la inspección del Congreso, sirviese de competente acta y pasara al Poder Ejecutivo a fin de que la publicase e hiciese circular en la forma ordinaria???, señala el historiador, individuo de número de la Academia Nacional de la Historia, Manuel Pérez Vila, en La Declaración de la Independencia de Venezuela y su Acta, de la ANH, de 2005.

El referido proyecto fue encomendado ese día al diputado guariqueño Juan German Roscio y al Secretario del Congreso, Francisco Isnardi, quien no ostentaba ninguna diputación. Roscio se constituía en el principal redactor del Acta de la Independencia que luego fuera leída y aprobada en el Congreso el 7 de julio (dos días después). Con ello estamos diciendo que el Acta de la Independencia, ?documento solemne que es a la vez un manifiesto público y un acta, es un documento distinto del acta de la sesión matutina del 5 de julio de 1811, donde se votó y declaró la Independencia?.

Es necesario recordar algunos hechos cronológicos que nos permiten valorar la declaratoria independentista en el marco reflexivo del Ciclo Bicentenario. En primer lugar, tenemos que el diputado Guariqueño (Roscio), el 8 de julio presenta el Acta al Poder Ejecutivo, quien la refrenda mediante decreto y dispone su publicación el 14 de julio por el semanario el Publicista de Venezuela, órgano divulgativo del Congreso Constituyente. Ese 14 de julio nuestra Acta solemne fue jurada por la tropa y se enarbola por primera vez el pabellón Nacional.

El día 15 de julio fue jurada la Independencia por las autoridades de la República y el día 17 de agosto fue pasado este documento solemne al libro de actas del Congreso, el cual fue firmado por los 26 diputados que estaban presentes. Vale recordar, que el original del Acta de la Independencia que elaboraron Roscio e Isnardi, nunca se encontró, se presume se haya extraviado desafortunadamente por los avatares de la guerra. Asimismo, vale destacar que el libro que reposa en el Palacio Elíptico, que sirve como prueba fehaciente de este hecho histórico y trascendental, fue hallado en la casa de la viuda Navas Spínola a principios del siglo XIX. Suponemos fue resguardado por esta patriota para darlo a conocer con motivo del centenario de la Independencia.

Vayamos entonces al contexto histórico mundial de este hecho soberano. El 5 julio marcaba el hito de la revolución en la América Meridional, fue un hecho político que demostró que estábamos en la cúspide de la conciencia moderna en cuanto al derecho a vivir libres de toda sumisión imperial, de vivir independientes y soberanos. La Provincia de Virginia ya había dado un paso con su Declaración de los Derechos de Virginia en 1776, hecho que sirvió de precedente para promulgar su Constitución en ese año y luego la Constitución Federal de EEUU en 1787. Asimismo, Francia promulgaba la Declaración de los derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789 y posteriormente su Constitución en 1791.

En nuestro caso, el 1 de julio el soberano Congreso de Venezuela, promulgó la Declaración de los derechos del Pueblo de Venezuela, precedente de los actos del 5 julio, y posteriormente (cerca de 5 meses) se promulgó nuestra Constitución de 1811, la tercera más avanzada y moderna del mundo.

La República Bolivariana de Venezuela al arribar a sus 207 años de independencia, nos resignifica como pueblo libertario, nos obliga a cumplir el papel de defenderla ejerciendo la soberanía popular. Puesto que el compromiso es con la historia, con los hijos libertarios de Venezuela, con nuestros hijos, con nuestra revolución, con nuestros padres libertadores Rodríguez, Manual Gual, José María España, Francisco de Miranda y Simón Bolívar, Pedro Camejo, entre otros.

Al mismo tiempo, nos insta a mantener alzada la bandera de la Independencia por encima de todas las adversidades, como lo enseñó nuestro Comandante Chávez. Bastantes glorias tenemos como ejemplo para defender a nuestra Patria y el 5 de julio de 1811 nos recuerda de qué estamos hechos.

Fuente: Archivo