Prensa MPP- Despacho (Ingrid Carvajal Arroyo/ 09.09.21).- El fiscal general de la República Bolivariana de Venezuela, Tareck William Saab, presentó este jueves dos casos de parricidios ocurridos recientemente en Portuguesa y Lara, calificados con la máxima pena establecida en el Código Penal.

"Este tipo de delitos siempre serán perseguidos y sancionados con todo el peso de la ley", señaló el Fiscal General al detallar los casos que conmocionaron a la opinión pública, desde la sede del Ministerio Público, en Caracas.

Al respecto, señaló: "El primer caso que quiero referir, se trata del homicidio de Rigoberto Colmenares, ocurrido en Ospino, Portuguesa. Este hombre de 51 años fue encontrado muerto el 22 de agosto, en una vía pública con varias heridas por arma blanca".

Explicó que durante las investigaciones "se estableció de manera fehaciente que el hecho fue cometido por Roberto Antonio Colmenares Estrada, de 28 años, quien es hijo biológico de la víctima".

Roberto Colmenares habría asesinado a su padre porque mantenía una relación sentimental con su madrastra, quien días antes había terminado la relación y había decidido regresar con el hoy occiso.

Saab, explicó que el victimario había intentado previamente envenenar a su padre, aunque este se dio cuenta de que le habían colocado algo en la comida, y a pesar del antecedente, no denunció.

"Vean la importancia de denunciar, Si lo hubiese hecho, hoy la víctima estaría con vida", precisó, al destacar que el día del homicidio, su hijo lo espero escondido en la maleza y le propinó varias heridas con un cuchillo, causándole la muerte de manera instantánea.

Tres días después, el homicida fue capturado en Guanare por funcionarios del CICPC y el 27 de agosto, fue presentado ante el Tribunal 2° de Control de Portuguesa, extensión Guanare, en el cual se le impuso la privativa de libertad, por el delito de homicidio intencional calificado, cometido con alevosía y por motivos innobles.

"Este caso podría calificar de parricidio, por lo que se le calificará para la pena máxima", apuntó.

En manos de un hijo pierden la vida padres y hermanas

El segundo caso, tiene que ver con lo ocurrido en un caserío cercano a Sanare, estado Lara, donde el 13 de agosto pasado fue descubierto por un familiar el cuerpo sin vida de Reina Manzano en una habitación de su casa.

Señaló el Fiscal General que el resto de los integrantes de la familia no se encontraban allí y, tras una búsqueda, se encontraron los cuerpos del esposo de la mujer, Antonio Aguilar, y sus dos hijas, María Isabel y Yenny Carolina Aguilar, de 20 y 32 años, en un barranco cercano a la casa. La menor de las hermanas estaba embarazada.

"Al no encontrarse el quinto integrante de la familia en el sitio, la comunidad lo buscó, siendo capturado en la vía hacia Sanare", precisó al indicar que se trataba del joven José Vicente Aguilar Manzano, de 22 años de edad, quien una vez capturado confesó su crimen, alegando que asesinó a su padre porque agresiones permanentes a la madre.

"Al ver la tristeza de la madre, decidió también asesinarla y luego procedió a asesinar a sus hermanas, cuando descubrieron lo ocurrido", indicó.

Al victimario se le imputaron dos cargos de homicidio intencional calificado cometido con alevosía y por motivo innoble, por las muertes de sus padres; dos cargos de homicidio intencional calificado cometido con alevosía por motivo innoble agravado, por la muerte de sus dos hermanas. "Estamos también ante otro hecho de parricidio, con el agregado de que este hombre asesina a su madre y a sus hermanas".

Consideró el agravante previsto en la Ley Orgánica sobre los Derechos de las Mujeres a una vida libre de violencia, debido al embarazo de la víctima. "Además se le imputó un quinto delito de detentación de arma blanca", puntualizó.

Dueño de clínica es imputado por homicidio

El Fiscal General, también refirió el caso de un homicidio en Coro, donde resultó asesinado Ronald Ortiz, quien en compañía de José Aquino, entraron a la Clínica Biosalud. Aquino esperaba al frente y Ortiz subió a la azotea, se escucha una voz de alto y un disparo, y Aquino huye del lugar.

De forma simultánea, el dueño de la Clínica denuncia el hurto del centro médico y la esposa de Ortiz, denuncia la desaparición de su esposo. El fiscal del caso ordena la entrevista a Aquino. Realizan una inspección en el lugar de los hechos y encuentran rastros de sangre y de disparos en la azotea.

El doctor Diego García confiesa haber asesinado al delincuente, a quien había enterrado en un patio detrás de la clínica, ante las evidencias encontradas.

Por los hechos, García fue detenido e imputado por los delitos de homicidio intencional calificado y obstrucción a la investigación, mientras que Aquino fue imputado por aprovechamiento de cosas provenientes del delito.

Foto: Archivo