Se cumplen 158 años del Beato José Gregorio Hernández reconocido como el "Médico de los Pobres"


El presidente de la República, Nicolás Maduro, resaltó que José Gregorio Hernández entregó su vida a la atención de los más necesitados
El 26 de octubre de 1864 el pueblo de Isnotú vio nacer a quien se convirtió en el Beato del Pueblo

Prensa MPP- Despacho (Cindy Díaz/ 26.10.2022).- "José Gregorio Hernández, el ?Médico de los Pobres?, nació un día como hoy para entregar su vida al servicio de los más necesitados, fue un verdadero cristiano de palabras y obras. En oración pedimos que interceda ante Dios por la salud y la felicidad de nuestro Pueblo".

Así lo expresó este miércoles el presidente de la República, Nicolás Maduro, al exaltar la vida del "Medico de los Pobres", José Gregorio Hernández al cumplirse 158 años del natalicio del Beato del Pueblo.

Tal día como hoy en 1864 nació José Gregorio Hernández, el médico de los pobres, oriundo del estado Trujillo específicamente en la pequeña localidad de Isnotú.

Fue un joven dedicado al estudio, lo que hizo que fuera enviado a Caracas y se tituló como médico en la Universidad Central de Venezuela (UCV), una vez graduado regresó a su pueblo natal atender a los más necesitados.

Luego se fue a estudiar a París, gracias a una beca donde obtuvo importantes conocimientos que aplicó en suelo venezolano, marcando un avance significativo en el área médica.

Hernández también fue un gran docente e investigador, obtuvo fama entre sus colegas y los sectores populares por su modo característico modo de consulta médica, aparte de atender gratuitamente a los enfermos pobres, dejaba en las puertas de las viviendas de éstos el tratamiento de forma anónima. Acción que sus pacientes sabían que sólo un corazón noble como el suyo podía hacerlo.

Además se tiene la certeza que José Gregorio a la par de su formación científica, cultivaba una gran experiencia espiritual por lo que le servía con gran afecto y predilección a los más necesitados.

José Gregorio también sentía un gran amor por servirle a Dios y por dos veces intentó ordenarse sacerdote. En 1908 fue admitido en el monasterio de Cartuja de Farneta, en la Toscana, Italia, pero a los pocos meses mostró síntomas de una enfermedad respiratoria que aconsejaron su regreso a Caracas. Un segundo intento en un seminario romano en 1913 terminó de la misma manera.

Pese a la experiencia vivida continuó desarrollando una amplia labor clínica e investigadora, e incluso completó un tratado de filosofía, sin dejar desatendidos a sus queridos pacientes.

Foto: @NicolasMaduro



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