Prensa MPP- Despacho (Ricardo Antequera / 12.01.23).- El 12 de enero de 1790 nace en Chaguaramas, actual Estado Guárico, la esclava liberta Juana Ramírez. Mujer combatiente, heroína de nuestra Guerra de Independencia, por su arrojo asombroso fue conocida como "La Avanzadora". Se destacó durante la Batalla del Alto de Los Godos, al dirigir una batería de artillería de campaña, servida únicamente por mujeres como apoyo a las operaciones militares del ejército patriota.

Después de ser liberada de la servidumbre como esclavizada, se ganaba la vida como lavandera en su edad adulta, hasta que la realidad de la guerra la obligó a tomar las armas en defensa de la patria. Estuvo activa durante las tres defensas de la ciudad de Maturín ocurridas durante el año 1813, en el marco de la ofensiva realista de Domingo de Monteverde contra la República. Los jefes republicanos José Francisco Bermúdez, Manuel Piar y José Tadeo Monagas fueron los líderes que se encargaron de hacerle frente al ataque realista, la ofensiva que el mismo Monteverde en persona dirigió para rendir a la heroica ciudad de Maturín.

Tercera Batalla de Maturín en 1813

Durante la tercera Batalla de Maturín, conocida también como Batalla del Alto de Los Godos, librada el 25 de mayo de 1813, la defensa de la plaza fue dirigida en esa oportunidad por el bizarro general de división Manuel Piar. Conmovido por el arrojo, valor y compromiso demostrado por las mujeres, Piar ordenó la organización de una batería de artillería de campaña, que fue servida únicamente por las heroicas mujeres para la defensa de Maturín. Para dirigir las operaciones de esa batería de artillería, se puso al frente Juana Ramírez, para apoyar las maniobras de la infantería. En el vivac de la batalla, la heroína avanzó cruzando el fuego enemigo, "en medio de una lluvia de balas atravesó el campo de batalla y arrancó su espada a un general muerto".

Arma que inmediatamente empuñó, enarbolándola como un estandarte capturado al enemigo, para infundir valor a las mujeres combatientes y terror a los tiranos. Dejando un ejemplo imborrable en nuestra historia que aún sigue dando mucho orgullo relatarlo. Esa valiente batería de mujeres estuvo integrada por María Antonia, la abuela de Eloy Palacios; Juanita Ramírez, Marta Cumbale, Valentina Mina, Graciosa Barroso de Sifontes, Vicencia y Rosa Gómez, Dolores Betancourt Mota, Carmen Lanz, Luisa Gutiérrez, Isidora Argote, Eusebia Ramírez, Guadalupe Ramírez, Rosalía Uva, María Romero de López, Josefa Barrosos, Juana Carpio y Lorenza Rondón. Honor y gloria a las mujeres heroínas y libertadoras.

El rol de la mujer durante la guerra

Durante nuestra Guerra de Independencia la mujer venezolana desempeñó un rol muy destacado atendiendo a los heridos de la guerra, y cocinando los alimentos de la tropa. Pero más allá de esas importantes faenas, la mujer venezolana fue la compañera de lucha de nuestros soldados, fue la madre, la esposa, la hija, quienes siguieron a sus hombres en las largas marchas por la libertad.

También desempeñaron tareas fundamentales en el área de la logística, destacándose en la confección de los uniformes para el ejército, la elaboración y costura del equipo militar como las cartucheras, morrales, fornituras, correajes, banderas, estandartes, hasta la elaboración de las condecoraciones en forma de Escudos de tela, que eran bordados con las alegoría correspondiente a cada batalla, distintivos que se portaba cosidos en las bocamangas de la guerrera de los uniformes. Pero lamentablemente el rol de la mujer fue invisibilizado en la construcción de nuestra historia patria desde el mismo siglo XIX.

La historia borró a la mujer libertadora de la memoria colectiva

A pesar del sacrificio entregado por la mujer venezolana en los campos de batalla durante la Independencia, la historia escrita por los hombres, en líneas generales se encargó de borrarlas de nuestra memoria colectiva. Los historiadores comenzaron a construir la historia patria a partir de la gesta protagonizada por los jefes militares y sus hazañas en los campos de batalla.

Cuando el Estado venezolano comenzó a legislar en materia de recompensas militares en el siglo XIX, más de cuarenta años después de terminada la guerra con la victoria de Ayacucho en 1824, dejó por fuera el sacrificio de la mujer en nuestra gesta emancipadora. Del conjunto de leyes surgidas a partir del Gobierno de la Federación, se instituye pocos años después en 1867, el título de Ilustre Prócer de la Independencia Sur Americana, para recompensar los servicios de los militares a la patria. Sin embargo las mujeres quedaron por fuera de toda consideración y reconocimiento.

Incluso el erudito historiador venezolano del siglo XIX, general Manuel Landaeta Rosales, en su poco conocida obra "Los Próceres de la Independencia Nacional", publicada en 1895, en 52 páginas de contenido no incluyó el nombre de ninguna mujer en la lista de los servidores de la patria.

Reivindicación de la mujer en la construcción de nuestra historia

El inicio del Gobierno Bolivariano significó también el repensar de nuestra historia, donde la mujer libertadora comenzó a ser reivindicada. En un acto de justicia ante la historia, el presidente Hugo Chávez ordenó la ubicación de los restos mortales de Juana Ramírez "La Avanzadora", para ser depositados en el sagrado recinto de la patria. Al no ser posible la ubicación de sus restos, se procedió a la incorporación simbólica en el Panteón Nacional el 23 de octubre del año 2015. Convirtiéndose en la primera mujer afrodescendiente en recibir los honores del Altar de la Patria.


Foto: Redoma Juana La Avanzadora, Avenida Bolívar de Maturín. Bronce del escultor italiano Renzo Bianchini, circa 1952.